La elección de tratamiento dependerá de la etapa y de la extensión del cáncer, del tamaño del tumor o el tipo de cáncer de pulmón. Las principales opciones son:
Cirugía:
El objetivo de la cirugía es la extirpación del tumor y los ganglios linfáticos cercanos en el tórax. Si el paciente tiene cáncer de pulmón de células no pequeñas, los especialistas recomiendan que durante la operación se realice una lobectomía pulmonar (la extirpación del lóbulo pulmonar completo), incluso si el tumor es pequeño. El periodo de recuperación después de la cirugía depende de la cantidad extirpada y de la salud del paciente antes de realizar la operación.
Radioterapia:
La radioterapia consiste en la aplicación de dosis de radiación graduadas dirigidas para destruir las células cancerosas y reducir el tamaño del tumor. Desde SEOM especifican que este tipo de terapia, al igual que con la cirugía, no se utiliza para tratar cánceres diseminados porque la radiación también daña las células que no son cancerosas.
Quimioterapia:
Esta opción se utiliza para destruir las células cancerosas en todo el cuerpo. La mayoría de los medicamentos se suelen aplicar por vía intravenosa. Los medicamentos que se utilizan en este tratamiento también pueden dañar las células normales del cuerpo y puede provocar que el paciente presente un recuento bajo de glóbulos rojos, blancos, plaquetas y alto riesgo de infección. Además, los pacientes pueden tener efectos secundarios como pérdida de cabello, llagas en la boca, náuseas, vómitos y fatiga.
Inmunoterapia:
El desarrollo de cualquier tipo de cáncer se asocia a un fallo del sistema inmunológico, incapaz de detectar y destruir las células tumorales. Hasta hace poco, no se había logrado que el sistema inmunológico actuara de forma activa contra el tumor, de modo que el abordaje tradicional de esta enfermedad se centraba en eliminar las células cancerígenas mediante fármacos (quimioterapia) o radiación (radioterapia). Con la inmunoterapia, el tratamiento deja de dirigirse al tumor para dirigirse a reforzar los recursos del sistema inmunológico del enfermo. “Mediante los nuevos fármacos inmuno-oncológicos estamos logrando que sea el propio organismo el que actúe contra el cáncer, una estrategia radicalmente distinta a la quimioterapia convencional”, explica Javier de Castro, jefe de sección del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario La Paz, de Madrid.
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